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Carnatic

El Carnatic es hoy en día uno de los pecios más visitados de la zona Norte del Mar Rojo. Descansa sobre su costado de babor a una profundidad máxima de veintisiete metros con una carga muy peculiar, vino y algodón. Se trata de una goleta motorizada destinada al transporte de mercancías y de pasajeros. Construido en Londres en diciembre de 1862 por los astilleros Samuda Brothers, sus dimensiones eran ochenta y nueve metros de eslora por once metros de manga. Este tipo de navíos, que disponían de motor para hacer frente a las calmas, eran muy regulares y fueron muy utilizados en la ruta de las indias, para el servicio postal y para el transporte de pasajeros. Rápido para su época, llegó a hacer en cuarenta y nueve días la ruta Southampton - Ceilán. Poco antes de su último viaje, el Carnatic tuvo un accidente: encalló en un banco de arena cerca de Alejandría, pero pudo zafarse por sus propios medios con el cambio de marea. Un domingo de 1869, con mar en calma y viento ligero del norte, navegaba al mando del capitán P. B. Jones, con más de doscientos pasajeros a bordo. Hora y cuarto después de la madrugada, se oyó el aviso de “arrecifes a proa”. Se dió la orden de virar a babor y máquina atrás todo, pero una goleta tan estilizada tenía la capacidad de maniobra bastante limitada. Durante tres minutos interminables, la goleta fue tomando el rumbo deseado, pudiendo esquivar el arrecife principal de Sha´ab Abu Nuhas, pero no un pequeño arrecife que subía hasta un metro de la superficie.

Ghiannis D

El Ghiannis D yace en aguas del arrecife de Sha´ab Abu Nuhas, un lugar que cuenta con otros tres pecios. Este gran arrecife ha sido un punto conflictivo en la navegación marítima que se ha cobrado numerosos pecios. El Ghiannis D y el Carnatic, que yacen a pocos metros el uno del otro, se consideran sin duda los de mayor interés. El Ghiannis D se hundió tras chocar su proa contra el arrecife y no poder evitar su paulatino hundimiento. El Ghiannis tardó en hundirse totalmente unas seis semanas. El pecio yace partido en tres partes a unos sesenta metros del Carnatic. Tanto la proa como la popa se encuentran en buen estado, pero la parte central del buque está destrozada, y se limita a chatarra. En la popa podremos entrar en el puente de mando y en algún compartimento. Reposa a veintisiete metros de la superficie. Lo recomendable, es bajar desde el gran arrecife, guiados por el ancla de este moderno pecio, que aún está a unos ocho o diez metros de la superficie en las faldas del arrecife, hasta llegar a la proa. El recorrido recomendado es ir de proa a popa, entrando en el puente de mando y posteriormente emergiendo a la superficie. El nombre Ghiannis, hace referencia al nombre del buque, mientras que la ´D´ se refiere a la compañia propietaria del mismo. Observaremos en el lateral de la enorme chimenea, una gran ´D´ en referencia a la compañía armadora. La vida que aglutina el pecio es abundante, ayudada por la cercanía al arrecife, hace de esta inmersión una de las mejores del Mar Rojo.

 

Chrisoula K

El Chrisoula K era un carguero griego, su carga consistiía en baldosas italianas rumbo a Jeddah. Naufragó el 31 de agosto de 1981 cuando navegaba a toda máquina chocando con la punta del arrecife de Sha´ab Abu Nuhas, no se perdió ninguna vida en el naufragio. En el fondo, a veintiseis metros, todavía permanecen la hélice y el timón practicamente intactos. Este pecio ofrece una variedad de inmersiones aptas para todos los niveles, está poblado por numerosas especies de coral y peces.

 

Kimon M

El Kimon M fue un buque de carga general de tres mil ciento veintinueve toneladas, con cuatro bodegas de carga, dos a proa y dos a popa del puente central de la estructura. Fue construido en 1952 y desde Alemania en diciembre de 1978, cargado con cuatro toneladas y media de lentejas hizo su último viaje, con los motores a toda máquina chocó contra la esquina noreste del arrecife. Un buque de carga que pasaba por las cercanías, el Interasja, respondió inmediatamente a la llamada de auxilio y recogieron a toda la tripulación. El impacto inicial llevó al Kimon M a embarrancar encima del arrecife, donde permaneció durante varios días, lo que permitió la recuperación de parte su cargamento. El viento y las corrientes empujaron la nave hacia su lado de estribor hasta que el resto de la nave cayó en aguas más profundas, descansando en la base del arrecife. Más tarde, se hizo un gran agujero en el barco con el fin de salvar la mayor parte de los motores.

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