El proceso de una inmersión profunda empieza antes de que los buceadores entren en el agua. En buceo profundo lo más importante es la planificación y posterior comprobación de todos los detalles, para reducir la posibilidad de que algo salga mal.
Como mencionamos en los dos primeros capítulos, la confección del plan de inmersión y la preparación del equipo necesario son fundamentales en el proceso de buceo profundo.
Planifica la inmersión y sigue el plan.
Sin embargo, la preparación no termina aquí.
En realidad no termina hasta que el buceador se encuentra bajo el agua de forma controlada.
El primer paso en el proceso del buceo es hacer siempre un plan de inmersión. Si utilizas un ordenador para planificar tus inmersiones, asegúrate de usar la misma profundidad máxima y los mismos procedimientos que utilizas cuando planificas usando las Tablas de Buceo SSI. Hay que planificar todas las inmersiones profundas dentro de los límites Doppler sin paradas de descompresión.
Vamos a repasar unos cuantos puntos básicos sobre la planificación de la inmersión. Al planificar la profundidad máxima, recuerda utilizar la profundidad exacta de las tablas de buceo, y si no figura ésta, redondea hasta la siguiente profundidad superior. Por ejemplo, si vas a bucear en un fondo de 25,5 metros, tendrás que redondear en la tabla hasta una profundidad de 27 metros.
Si planeas efectuar una inmersión sucesiva, tendrás que seguir unas pocas reglas básicas: haz siempre primero la inmersión más profunda, y planifica previamente ambas inmersiones para asegurarte de que te quedará suficiente tiempo en el fondo para completar la segunda de ellas. Por ejemplo, si no has planificado la segunda inmersión puede que llegues a encontrarte en una situación de necesitar un intervalo en superficie de casi 6 horas para realizar dos inmersiones a 30 metros en un día. Si no lo has planificado antes, es posible que tengas que hacer la segunda inmersión a sólo 12 metros.
La etapa de planificación consiste en algo más que realizar un perfil de la inmersión. También es el momento para comentar las señales manuales con el compañero, para saber como funciona el equipo de los demás, y para comentar aspectos importantes como el procedimiento a seguir en caso de pérdida del compañero. Por ejemplo, debes saber cómo funciona el hinchador mecánico de tu compañero y el tipo de fuente alternativa que tiene para caso de emergencia. Cuanto más minucioso sea el plan, más cómoda será la inmersión.
El momento de vestirse es importante porque permite al buceador volver a analizar su equipo y comprobar que funciona adecuadamente. También le permite hacer ajustes de última hora para ganar comodidad. Esta etapa también es un indicador del nivel del estrés del buceador. Es probable que se manifiesten problemas en forma de retrasos, preocupación, irritabilidad, frustración, y dificultades con el equipo. Hay que tener en cuenta cualquier conducta anormal, permitiendo al buceador cancelar la inmersión si fuera necesario.
Cuando tu compañero y tú estéis vestidos, lastrados adecuadamente, y preparados para la inmersión, debéis hacer una última comprobación antes de entrar en el agua. En esta comprobación se pueden detectar problemas potenciales, como latiguillos enredados, cinturones de lastre demasiado flojos, o poca presión en la botella. Cada uno debe revisar rápidamente el equipo del otro y repasar las partes importantes del plan de inmersión.