La contaminación acústica: una sentencia para las especies marinas
Investigadores se reunen esta semana para discutir las posibles soluciones para reducir la contaminación acústica de los océanos.
El Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) de la Universidad Politécnica de Cataluña, siendo uno de los principales centros de investigación y monitorización de sonidos del fondo marino, organiza esta semana el congreso de Ocenoise 2017. Los investigadores del LAB expondrán las recientes soluciones encontradas para reducir la contaminación acústica en los océanos. Es posible que estemos más familiarizados con los términos de contaminación química o contaminación del plástico en los océanos. Sin embargo, todavía no somos conscientes que existen otros tipos de polución. Entre ellos, la contaminación acústica es uno de los problemas actuales que pasan desapercibidos. Estamos sometiendo el fondo oceánico a un constante estruendo formado por todo tipo de sonidos irritantes para los órganos sensoriales de múltiples especies.
¿Qué es exactamente la contaminación acústica de los océanos?
Las actividades humanas son culpables de la perturbación de las condiciones naturales del medio marino. El movimiento de las hélices de embarcaciones, sumado a las explosiones provocadas para la extracción de energías fósiles, hacen que el fondo marino sufra una tormenta de bullicio constante. Las ondas provocadas por los barcos corresponden a un sonido perseverante de baja intensidad e impacto inmediato y agudo, llegando a ser mortal para algunas especies marinas. Se estima que el ruido producido por la actividad marítima doblará su magnitud en los próximos diez años. Por otro lado, estallidos caracterizados por un fuerte ruido, son inducidos por las detonaciones provocadas para la extracción de petróleo y gas natural en alta mar. Las empresas dedicadas a las energías fósiles utilizan, por lo general, pistolas de aire sísmicas para este tipo de operaciones. Suelen colocar unas 30 pistolas, usadas simultáneamente en intervalos de aproximadamente solo 10 segundos durante semanas y meses. El sonido provocado por las pistolas de aire es casi siete veces más estruendoso que el provocado por los movimientos de los barcos.
¿Existen focos de contaminación acústica en los océanos?
No existe un sólo rincón del océano libre de contaminación acústica. Una vez se libera la energía provocada, esta se propaga en forma de onda sonora a través del océano, sumandose al resto de sonidos acumulados en la distancia. El camino recorrido por la onda es de tal magnitud, que se puede escuchar en la costa de Virginia (EEUU) una detonación originada en el norte de las aguas de Brasil. Las bombas de estruendo, emiten ondas en todas direcciones, llenando el océano de todo tipo de sonidos. No obstante, encontramos zonas más contaminadas que otras. El hemisferio norte está más afectado que el sur, siendo el Ártico, excepcionalmente, el lugar menos afectado. Esto se debe a sus gruesas capas de hielo que lo recubren y protegen. El mar Mediterráneo por su parte, presenta una alta contaminación a causa de su pequeño tamaño y una gran concentración de tráfico marítimo.
¿Cómo afecta esta contaminación a las especies marinas?
Todos estos tipos de sonidos provocados por los movimientos mecánicos necesarios para las diferentes actividades, son completamente insonoros para los humanos. Corresponden generalmente a una gama de frecuencias demasiado alta (ultrasonidos), o baja (infrasonidos) para el oído humano. A pesar de que todo este ajetreo no afecte directamente a los seres humanos, sí que perjudica gravemente la salud de innumerables especies animales. Los cetáceos, ballenas y delfines, son las principales víctimas de este tipo de contaminación ya que el uso de ultrasonidos es vital para el desarollo de una gran parte de sus funciones. Su alta sensibilidad a estos sonidos les situa en una posición de vulnerabilidad. Se sospecha que las fuertes olas de sonido, podrían ser la causa del aumento del número de ballenas varadas en las playas. Cabe señalar que ya se han dado casos de muertes de cetáceos en alta mar. Por lo general, el sonido provocado por las explosiones sólo llega a ser letal si los animales se encuentran en una radio próximo al origen de la detonación. También se han constatado efectos en otro tipo de mamíferos. Se ha descubierto recientemente que las focas de Gran Bretaña, expuestas a la circulación marítima están sufriendo importantes pérdidas de audición.
¿Qué soluciones proponen los investigadores del LAB?
Según los expertos, la atenuación del sonido provocado por el movimiento de los barcos tiene fácil solución. Consistiría en añadir una estructura de insonorización que recubriese el casco de las embarcaciones. Sin embargo, la reducción del estruendo generado por las grandes detonaciones para la extracción de combustibles presenta más complicaciones. Existen soluciones que por ahora no interesan a los operadores, ya que representan una pérdida de energía para este tipo de empresas. Con el congreso Ocenoise 2017, que se prolongará hasta este viernes 12 de mayo, los investigadores del LAB buscan sensibilizar y crear una conciencia social para mejorar de manera responsable la forma en la que se realizan las actividades marítimas actuales. "Contaminar el mar de forma acústica es condenarlo", afirma el biólogo marino Michel André.